Una reseña en ArteBa de la muestra «Matar y morir» de Gabriel Baggio en galeria Hache conecta a las cerámicas esmaltadas, pintura de osa rugiente en rojo sobre fondo oscuro y dibujo en lápiz de oso muerto en los bosques canadienses, con una graciosa relación acerca de la mezcla entre «Osvaldo» y «grizzly» que podría haber dado como resultado el título «Ozzy»: qué imaginación.
La reseña está muy bien escrita y revisa las conexiones entre el texto de la hoja de sala y las obras expuestas, asi como entre los tiempos del artista y de este autor en distintos hemisferios en los años 70, refiriendo a ese «conjunto escultórico de cerámica esmaltada que sobre una de las paredes conforma Pegasus. Argenta/Buenos Aires, 1979 (2020), que alude al caballo alado que nace de la sangre del cuello de Medusa. La fecha del título −1979− marca la sincronía entre un hito de la infancia del artista, en Buenos Aires, y la matanza del oso en un bosque canadiense, en la localidad de Argenta…Pegasus nombra también a una constelación de estrellas que en ese momento podía observarse desde los cielos nocturnos de los hemisferios Norte y Sur».
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