El cigarrillo asesino

Si la vida de un autor pudiese ser explicada a través de su obra, y viceversa, los comentaristas y biógrafos no harían más que repetirse, cosa que hacen demasiado a menudo. En el caso de Saki (Hector Hugh Munro, 1870-1916) también suelen incluir a sus legendarias últimas palabras como parte involuntaria de su obra, una especie de punch line o remate de algún chiste de humor british de un personaje de sus cuentos. Porque fue una noche de niebla de la primera guerra mundial cuando un francotirador alemán oculto en su trinchera habrá visto encenderse un cigarrillo en la línea británica y, antes de que los soldados empezaran a pasarse la colilla delatora entre sí, escuchó aquella exclamación que le indicó el lugar preciso donde apuntar y meter una bala: el cráneo de Saki. Las palabras fueron “¡apaguen ese maldito cigarrillo!”. Continuar leyendo «El cigarrillo asesino»