Un animal nocturno

El delta del Paraná como territorio mítico en un artículo de Osvaldo Aguirre que revisa la literatura argentina situada en ese paisaje, desde Sarmiento hasta Haroldo Conti, desde Lugones hasta Aira, pasando por mi reciente ladrido, El ladrido del tigre (2021). «La idea de fuerzas ocultas detrás del paisaje de ensueño se encuentra ya en las crónicas que Baigorria reunió en Estrés de pez (2019)» escribe y me cita: «Un poder misterioso como el fondo del agua, que jamás termina de mostrarse… A veces pienso que habría que aprender a respetar ese misterio. Como una especie en peligro de extinción. Como una zona salvaje que está ahí solo para ser contemplada a la distancia». El artículo » Territorio mítico» salió publicado en Perfil Cultura del 28/11/2021 y se lee por aquí.

Delta de barro

 

 

Una reseña de mi Estrés de pez (Borde Perdido), en la revista Ñ de este sábado. Así escribe Laura Estrin:

Isaac Bábel, el ruso, decía algo así como que un hombre bueno siempre tiene razón…y ahora, en medio de la maraña de libros, un libro bueno. Bueno como un pan, como puede ser un pan. ¿¡Un libro bueno!? ¿Qué digo, qué quiero decir? Un libro como una música llana pero también como una cuerda. Música despejada, tranquila. Cuerda que tira de una crónica de Tigre. “La Isla” – así le dicen los del lugar: “en los mapas figura como delta. Sus habitantes le dicen ´la isla´. La mayoría lo conoce bajo el nombre del felino que solía y sabía nadar en sus aguas pesadas, el yaguareté, que por exageración llamaron tigre”. “La isla” escribí alguna vez –como le decía mi abuela a ese lugar en que mis primos tienen sus casas y así lo escuché nombrar toda mi infancia, la isla, y este libro bueno de Baigorria cuenta lo que ahí pasa. Lo que viene pasando. Incluso Baigorria puede saberse en su singular modo, en su particular recorrido escrito: “Alguna gente ha observado que en mucho de lo que escribo hay un defecto de regodeo en el relato de la experiencia que termina en desencanto. Un atravesar aquello que se desea para luego abandonarlo –y criticarlo. Una fuga hacia adelante. Ese movimiento soslaya la nostalgia pero no siempre puede evitar el tono melancólico”. La obra de Baigorria se vive como se viven las postales, o mejor, como se pasan las fotos entrañables. Continuar leyendo «Delta de barro»

El llamado de la isla

demian oroszCon la cita o sobre-cita que reproduje en otros libros el diario La voz del interior titula esta reseña de Estrés de pez escrita por Demian Orosz:

“El mal del sauce” es el nombre que le dan los isleños al embrujo que produce el Delta del Tigre. Sería algo así como una imantación del cuerpo y el alma del recién llegado, que sucumbe a las fuerzas más amables de la naturaleza y queda embobado con el rumor de los bichos silvestres, el viento en la cara y el frescor de un paraíso acuático en el que se pierde la noción del tiempo y la civilización parece un mal recuerdo.

El incauto llega, se rinde y quiere quedarse a vivir para siempre en esa arcadia chúcara. Pero el poder profundo del Tigre es ambiguo, está oculto en el barro. Es algo primitivo que se revela después, cuando el mal del sauce ya hizo de las suyas, y las manadas de mosquitos asesinos, los peces envenenados con contaminantes de diverso origen y las sudestadas les hacen saber a los soñadores de utopías que las cosas no son tan bucólicas si se decide vivir en un humedal pantanoso. Continuar leyendo «El llamado de la isla»

Una vida posible

Fermín Eguía
Fermín Eguía

 Silvio Mattoni lee en la presentación de Estrés de pez en Córdoba:

«Tradicionalmente, se ha dicho que aquel que deja la ciudad huye de algo, tal vez en busca de cierta felicidad que se escondería en alguna forma de naturaleza. Feliz entonces, como se escribió también, el que huye del mundanal ruido. Pero las crónicas de Estrés de pez, ya desde el título que anuncia lo contrario de algo idílico, no apuntan a lo que se deja atrás, aun cuando la ciudad siga estando ahí, como un contrapeso de las islas y el río, incluso como el destino de la misma escritura, sino que más bien se tienden, se orientan a lo que se habrá de experimentar, al encantamiento del Tigre, a un aislamiento felino y acuático que prometería convertir a cualquiera en otro. Sin embargo, diría que la experiencia de la soledad en el humedal, ya que es imposible separar la imagen de una isla de cierto arrojo al ensimismamiento, a la escasez de interlocuciones, no convierte a nadie que no fuese antes, en sí mismo, otro, un desconocido para su propia conciencia. Continuar leyendo «Una vida posible»

El pez en la sierra

En la presentación de Estrés de pez en L´Ecole, ciudad de Córdoba (la sierra como metáfora, aun lejana). Gracias a Sebastián Maturano y a Marie Miy por la hospitalidad y los paseos en la ciudad. A la sierra propiamente dicha, recién se pudo ir el sábado: un sudeste inexplicable para esa zona trajo lluvia y frío invernal entre jueves y viernes.

Continuar leyendo «El pez en la sierra»

La imposibilidad de una isla

El diario Tiempo Argentino publica una reseña de Estres de pez por Nicolás García Recoaro. La titula «La posibilidad de una isla en el Tigre», la baja o copetea como «Memorias barrosas, manual de supervivencia, ensayo ecologista y delicado catálogo isleño con historias de amor, locura y resistencia» y, entre otras cosas, el autor señala que en el libro hay «historias de peces muertos, de contaminación por glifosato y del mal del sauce. Pero también de señoras que dejaron atrás la urbe mezquina y sostienen a pulmón una generosa biblioteca fluvial. Continuar leyendo «La imposibilidad de una isla»

Estrés de pez

borde perdido editoraLas piezas que componen este libro son reescrituras de crónicas o “notas” en el sentido argentino y rioplatense del término, escritas durante el período en el que viví en una isla de Tigre, en el Delta del Paraná (2006-2016)… Este es más o menos el inicio del libro que acabo de publicar con Borde Perdido, editado con elegante diseño y arte de tapa de Sebastián Maturano y una simpática contratapa de Marie Miy en la que se lee lo siguiente: Continuar leyendo «Estrés de pez»