Tola y Dragonetti

Carmen Dragonetti Fernando Tola

Un relato budista cuenta que dos monjes nacidos en la casta brahmánica se acercaron a Buda un día para sugerirle poner por escrito su doctrina en sánscrito, ya que hasta ese momento había sido propagada oralmente en magadhi, una de las numerosas lenguas prácritas o coloquiales de la India. Buda les dijo que eran tontos o necios, que su palabra debía ser trasmitida en los idiomas de todos los habitantes, fueran o no brahmanes, de cada región. Y cuatro siglos después de su muerte, la doctrina fue puesta por escrito en pali, el idioma de la región de Magadhi. Continuar leyendo «Tola y Dragonetti»

Viajera de cien años

alexandradavidneel“La obediencia es la muerte” escribía Alexandra David-Neel (1868-1969) en su primer libro, A la vida,  publicado por el geógrafo anarquista Eliseo Reclus en 1898. “Y la mejor fuente de la juventud está en la actividad intelectual y en los viajes” reiteró hasta su partida final un mes antes de cumplir los 101, ya conocida como la mayor experta europea en budismo tibetano y haber viajado durante décadas por el continente asiático sobre rutas desconocidas para Occidente, llegando a la inaccesible ciudad de Lhasa cuando estaba estrictamente prohibido el ingreso de extranjeros.

Nacida en París, criada en Bélgica desde los cuatro años, residente en Londres en su juventud, cantante de ópera en Indochina, amiga de círculos libertarios, existencialistas, teosóficos y feministas, Alexandra tuvo la suerte de encontrar un marido como Philip David-Neel, ingeniero de cuantiosos recursos que no solo aceptó que su mujer partiera a solas en 1911, siete años después de casarse, sino que financió buena parte de sus periplos a través de regiones habitadas por bandidos, tigres, lobos, leopardos y refugiados del hambre y de la peste. Pacifista, ella siempre llevaba un revolver escondido entre sus ropas, por las dudas. Continuar leyendo «Viajera de cien años»

Muerte accidental de un poeta

Morir en circunstancias opacas y algo absurdas fue lo que le tocó en suerte a Thomas Merton (1915-1968), poeta y monje de clausura, pacifista y propulsor de la confluencia entre budismo y cristianismo durante un año decisivo de la Guerra de Vietnam, entre la ofensiva del Tet y el aumento de la oposición antimilitarista en Estados Unidos.
Nacido en Francia de padres anglófonos, Merton estudió en Cambridge y terminó su doctorado en Literatura en Columbia antes de convertirse al catolicismo en 1938. Gracias a su abundante producción autobiográfica, se sabe que sus días universitarios fueron especialmente movidos, de borracheras en pubs, fiestas de estudiantes y relaciones con chicas, con una de las cuales tuvo un hijo, esto último un detalle eliminado por los censores eclesiásticos de la primera versión de su libro más conocido, La montaña de los siete círculos, que vendió medio millón de ejemplares en su primera edición en 1948.

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Haikus a la Parca

La idea de escribir unas palabras de despedida que pudieran ser recibidas como “poema” es una tradición china que llegaría a cierto refinamiento en Japón. Nobles y guerreros a punto de ser ejecutados, monjes budistas que mantenían una aguda conciencia de la finitud, y poetas consagrados o desconocidos escribieron “poemas a la muerte” de calidad variada a lo largo de la historia. Los primeros tendrían forma de tanka, un grupo de cinco versos con dos unidades rítmicas. Luego se adoptaría la más conocida y también abusada forma del haiku, con sus tres versos de 5, 7 y 5 sílabas, una convención que por suerte no respetan todos los traductores. Continuar leyendo «Haikus a la Parca»

Todo depende

A primera vista, esto es una nota de cierta extensión que puede ocupar una página de revista pero en un nivel más básico es un conjunto de caracteres en archivo digital que puede o no ser reproducido mediante marcas de tinta impresas sobre papel fabricado a partir de pasta de celulosa, material que depende de la existencia de madera de árbol y que está compuesto por una inmensa cantidad de moléculas. Esas moléculas a su vez están compuestas por átomos cuyos núcleos tienen protones y neutrones, además de electrones ligados al átomo por fuerzas electromagnéticas, y también hay otras partículas elementales inestables cuyo conocimiento no será necesario para la lectura de esta nota en un tiempo y espacio dados.

O sea: aquello que nuestra vista descubre a cierto nivel ya no es lo mismo que encontraría en otro, aunque sigue dependiendo de todos esos componentes variables y divisibles para su existencia. Si falta uno de esos componentes, esto dejaría de ser lo que es.

Esa interdependencia, inestabilidad, contingencia y condicionalidad es lo que Buda en el siglo VI a.C. llamó sunyata (pronúnciese “shuniatá”, entre nos): vaciedad o vacío universal. Y es lo que desarrolla Nagarjuna, el principal pensador decontruccionista de la India de los siglos I y II de nuestra era, en Filosofía budista. La vaciedad universal, publicado recientemente por la editorial Las Cuarenta.

Los traductores y comentadores, Fernando Tola y Carmen Dragonetti, dos de los indólogos más prestigiosos del mundo de habla hispana, viven, estudian y trabajan aquí cerca, en el Instituto de Estudios Budistas del barrio de Belgrano. Tola, con 98 años y Dragonetti, con veinte años menos, él graduado en Letras en la Universidad San Marcos de Lima y ella doctora en filosofía e investigadora superior del Conicet, a lo largo de cuatro décadas han traducido los mayores clásicos budistas e hinduistas al castellano y son autores de decenas de ediciones críticas, libros y artículos no solo en nuestra lengua sino también en alemán e inglés, incluso en la mismísima India. Ahora presentan una edición corregida y aumentada de textos que nunca antes habían sido traducidos al castellano directamente del sánscrito y del tibetano.

“Tú has dicho/ que el objeto cognoscible no existe/ mientras no es conocido;/ que sin él tampoco existe el conocimiento/ y que por eso el conocimiento/ y el objeto cognoscible/ no existen con ser propio”. Así se dirige el poeta y filósofo Nagarjuna a su maestro muerto seis siglos antes: “Tú no estás lejos ni tampoco cerca,/ni en el espacio ni tampoco en la tierra,/ ni en el samsara ni en el nirvana./ Te rindo homenaje a ti que no estás en ningún lugar”. Continuar leyendo «Todo depende»

Buda Del Barco

Oscar Del Barco budismo zenUn ensayo sobre budismo zen que Oscar Del Barco escribió en 1989 permanece inédito hasta ser publicado en setiembre de 2012 por el sitio Espacio Murena y luego el diario Página/12 recoge algunos fragmentos bajo el título «Mata al Buda», gracias a lo cual me entero de la existencia del texto que se lee a continuación. «Buda no es una persona, es un estado» dice el filósofo residente en Córdoba que hace cinco años abrió una polémica -sin cierre a la vista- sobre la responsabilidad y la exigencia del «no matarás» en el contexto de los años 60/70 (de aquella discusión que atravesó diversas revistas culturales y fue reunida en el libro Sobre la responsabilidad: No matar, rescato aquí el artículo que escribí para la revista Ñ en tiempos que parecen tan lejanos, diciembre de 2007: «Matar o no matar, esa es la cuestión»).

Del Barco presenta al budismo zen desde aquella leyenda de origen o «ficción monumental, en sentido nietzscheano» que se cifra en una escena transcendente del siglo IV en la cual Bodhidharma, un monje del sur de la India, viaja a China y pide una entrevista con el emperador Wu. Continuar leyendo «Buda Del Barco»

Canción para sobrevivientes de un tsunami

El Hannya Haramita Shingyo, conocido como Sutra del Corazón. Así se canta – a coro- en japonés: «Kan ji zai bo sa gyo jin han nya ha ra mi ta ji sho ken go un kai ku do issai ku yaku sha ri shi ze shiki fu i ku ku fu i shiki shiki soku ze ku ku soku ze shiki ju so gyo shiki yaku bu nyo ze sha ri shi ze sho ho ku so fu sho fu metsu fy ku fu jo fu zo fu gen ze ko ku chu, mu shiki mu ju so gyo shiki mu gen ni bi zesshin ni mu shiki sho ko mi soku ho mu gen kai nai shi mu i shiki kai mu mu myo yaku mu mu myo jin nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin mu ku shu metsu do mu chi yaku mu toku i mu…» En la versión de Fernando Tola, Carmen Dragonetti y Bhikshuni Dzau Dzan, del sánscrito y chino al español, dice: Continuar leyendo «Canción para sobrevivientes de un tsunami»