Viajeros horizontales

Una entrevista de Valeria Tentoni para el blog de Eterna Cadencia  que, entre otros interrogantes, me pregunta:

¿Cómo te acercaste a los libros, cómo se generó esa fascinación en vos?

—Mi papá, que no había terminado ni el tercer grado de la primaria para dedicarse a trabajar desde chico, era un gran lector y me incentivó el placer de leer libros. Salgari y Julio Verne, pero también Stevenson, Alejandro Dumas, Dostoievsky, a quienes él leía en sus días de franco, cuando trabajaba como obrero panadero, y después me los pasaba a mí desde que pude empezar a entenderlos. Tenía una hermosa biblioteca de autodidacta en ese hogar paterno que siempre cambiaba de ubicación, porque había que mudarse contantemente por problemas para pagar el alquiler, así que muchos libros se fueron perdiendo.

Decís en algún lado: “Solo escritura: nadie interpreta: solo se escribe”. ¿Cómo se llevan en vos el periodismo y la literatura? ¿Qué préstamos se hacen?

—Depende de qué periodismo se trate. Hay un periodismo meramente informativo que no tiene mucho que ver con lo que llamamos “literatura”. De cualquier manera, prefiero hablar de “escritura”, esa instancia en la que el acto o acción de escribir se suelta, se libera, sin interpretar nada, sin otro objetivo que el de avanzar hacia delante.

En una entrevista a Marcelo Cohen, sobre su última novela, dice: «La pregunta que me haría es cómo vivir juntos; de hecho es una de las preguntas esenciales de la literatura», ¿coincidís?

—Cómo vivir juntos es también la pregunta esencial de la vida política, o sea del arte de vivir juntos como ciudadanos.

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