El enigma del traductor fantasma

Si uno guglea o, quizá mejor dicho, tipea “el último poema de Borges” en la barra de Google, las primeras tres o cuatro páginas mostrarán como resultado más de diez sitios de internet y algunos videos en Youtube donde se reitera que fue “Instantes”, aquel que empieza diciendo “Si pudiera vivir nuevamente mi vida/ en la próxima trataría de cometer más errores”. Solo dos o tres sitios, incluido Wikipedia, advertirán que esa atribución es falsa, si bien en algún caso incluirán al poema completo justificando su publicación “por las numerosas búsquedas del mismo”. Cuántas personas seguirán creyendo que lo escribió Jorge Luis Borges (1899-1986) es algo imposible de calcular, sobre todo si cada tanto reaparece alguien que vuelve a enviarlo por mail o mostrarlo en una fotocopia. O si todavía se reeditan libros de ensayos como Borges y México, que debió ser retirado del mercado en 2012 porque contenía un texto de Elena Poniatowska en donde se insistía en la autoría borgiana de ese verso.

La falsedad fue revelada hace un cuarto de siglo por los reclamos de María Kodama, naturalmente. En Argentina, fue la revista Uno Mismo la primera que publicó “Instantes” en noviembre de 1988; según Juan Carlos Kreimer, director de esa revista, el texto llegó de la mano de Luis Frejtman, fundador de una escuela y una organización ecologista llamada Fundación Elpis, de Aguas Claras, provincia de Córdoba. Dice Kreimer que el poema le resonó parecido al famoso “El remordimiento”. Al poco tiempo, de los lectores new age pasó al campo literario: la prestigiosa revista mexicana Plural, fundada por Octavio Paz, incluyó al “Instantes” en mayo de 1989, junto a una nota titulada “Un poema a pocos pasos de la muerte”. Para rematarla, una de las revistas literarias más serias de Canadá, la Queen`s Quarterly, publicó en 1992 una traducción al inglés de ese verso, titulado “Moments” por Alastair Reid, respetado poeta y traductor escocés de Borges. Parece que Reid no sabía que el texto original ya venía del inglés, que era más extenso y estaba totalmente en prosa, según fue descubierto más tarde. Y tampoco se le ocurrió a nadie (ni a los de la revista Plural) que Borges jamás habría cometido un error como el que se encuentra en la línea del poema que dice:»Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida»…

Por intimación de la Fundación Jorge Luis Borges, pocos años después la revista Uno Mismo debió rectificarse y publicar una nota aclaratoria firmada por la propia Kodama, quien entre otras consideraciones afirmó que el poema “desvirtúa totalmente el mensaje de la obra de Borges”. En ese momento se planteó que la verdadera autora de “Instantes” había sido una poeta de Kentucky llamada Nadine Stair, de una edad cercana a la de Borges, lo cual explicaría la frase final del verso: “Pero ya ven/tengo 85 años/y sé que me estoy muriendo”.

Esta otra leyenda fue más tarde demitificada por la periodista Joannie Liesenfeld, quien viajó a Kentucky para descubrir que la supuesta poeta tampoco había existido nunca, aunque su nombre y apellido coincidieran con una tal Nadine Strain (1892-1988) de Lousville, Kentucky, cuya familia afirma que jamás escribió un poema y menos aún aquel atribuido a Borges. Entretanto, el Borges Center, que en los años 90 estaba en Dinamarca y hoy está en la Universidad de Pittsburgh luego de pasar por Iowa, siguió recibiendo miles de consultas sobre la autoría del verso en cuestión.

En 1999, Iván Almeida, investigador de ese centro, sostuvo que el autor de algo parecido a “Instantes” había sido el humorista, ilustrador y dibujante norteamericano Don Herold (1889-1966). En prosa, el texto “If I had my life to liver over” (“Si pudiera vivir de nuevo mi vida”) fue publicado en la revista Reader’s Digest en 1953, aunque en realidad se trataría de una nueva versión de otro publicado bajo el título “I’d pick more daisys” (“Recogería más margaritas”) en la revista College Humour en la década del 30. Lo cierto es que Don Herold, quien tuvo dos hijos, vivió en Los Angeles y Nueva York y murió en el estado de Florida a los setenta y siete años luego de realizar una enorme producción en revistas y libros de cartoons en inglés, probablemente no presentaría mayor interés entre lectores de habla hispana si no fuese porque a alguien, un traductor o traductora fantasma, se le ocurrió utilizar (piratear) fragmentos de su prosa para armar un verso que tituló “Instantes” y se lo atribuyó a Jorge Luis Borges.

Hoy muchos siguen pisando el palito. Como sucedió hace tiempo ya con Elena Poniatowska, quien reconoció su error y pidió disculpas públicamente (según el diario mexicano La Jornada del 4 de agosto de 2012) luego de que Random House retirara el libro Borges y México de circulación por culpa de la inclusión de una entrevista que ella le hizo a Borges en 1973. En realidad, esa entrevista puede ser el orígen del equivoco, aunque esto no resuelve el problema de quién fue el traductor de Don Herold (o de «Nadine Stair») que compuso un poema apócrifo para Borges. Porque según Poniatowska, Borges habría escuchado atentamente la lectura en voz alta de “Instantes” y la del célebre poema “El remordimiento” (aquel que dice: “He cometido el peor de los pecados/ que un hombre puede cometer. No he sido/ feliz”). Y parece que Borges reaccionó con cierta incredulidad, aunque no por la autoría de los textos sino por el contenido que de alguna manera conecta a ambos, al auténtico y al que hora conocemos como apócrifo. Dice Poniatowska que Borges en la escucha «no se distrae, sin el bastón, sus dos manos sobre la colcha, se ve más desamparado. Sonríe». Y responde:»¿Qué puede importarme ser desdichado o ser feliz? Eso pasó hace ya tanto tiempo».

La cuestión es que el tiempo pasa, los mitos quedan y el fantasma del traductor que enredó la memoria de la obra borgiana sigue siendo un enigma. Claro que también lo es averiguar qué escribió Borges, si algo, en sus últimos días de vida en Ginebra.

-Publicado como «El enigma del traductor fantasma» en Perfil Cultura del 21 de junio de 2015. El presente ensayo es el último borrador producido antes de la edición y recorte final a 5000 caracteres para su publicación en el mencionado periódico. El artículo de Iván Almeida titulado «Jorge Luis Borges, autor del poema ‘Instantes'» donde se cita la entrevista de Elena Poniatowska puede leerse en Borges Studies Online. On line. J. L. Borges Center for Studies & Documentation. Internet: 17/06/01 (http://www.borges.pitt.edu/bsol/iainst.php)

En cuanto al texto original de Don Herold, puede léerselo en inglés (junto al de la supuesta Nadine Stair) por acá