
«Aún en época en que la intimidad es objeto de exhibición, publicar la correspondencia que dejó un escritor plantea problemas. ¿A quién le pertenecen las cartas? ¿Acaso no son del destinatario, ya que para él fueron escritas y él mismo las conservó? ¿Y qué hacer con unos textos concebidos al margen de la obra, sin los cuidados habituales? ¿Qué efectos tiene su difusión en la imagen conocida del autor». Es lo que se pregunta Osvaldo Aguirre en «Perlongher se despacha», una nota que comenta Un barroco de trinchera y que fue publicada en la revista Ñ del 31 de diciembre de 2023. A la fecha aún no la han subido a web, pero puede leerse gracias a Press Reader por acá.