Es el que une, tironea y abre mutaciones entre pasado y presente, dice esta reseña en Publishers Weekly de Correrías de un infiel: «Un hilo invisible que tira sobre el tiempo y el espacio es el mismo que lleva al autor a remontar una travesía en búsqueda de una identidad que promete un símbolo más grande y más fuerte que él: el apellido paterno. Baigorria es el lazo que ata el presente al pasado perdido. Los cielos de Buenos Aires y las cuatro ruedas de un Fiat Spazio son los compañeros de Beatriz y del hombre que pretende reconocerse en los fantasmas de la sangre, uniendo los pedazos y fragmentos que reconstruyan una verdad no absoluta. Este camino, que no interesa como camino, los conducirá a la ambigua historia de Manuel Baigorria. Las paredes de un monasterio escuchan las memorias y registran las voces de un pueblo originario que se hacen presentes en una genealogía que fusiona razas y herencias, las ramas de este nuevo árbol se configuran. Mientras esta historia es contada sin freno, Baigorria, el que busca, tejerá una relación con Beatriz entre experiencias de amor, fe y cantos gregorianos. Lo cuestionará todo. Se convertirá en la semilla que regresa a contemplarse a sí misma a través del rastro que dejará la sombra de esa otra vida. Entre montañas y llanuras, la línea parental abre grietas donde crecen sus ideas y sueños, los impulsos y los deseos. En paralelo, sus temores e inseguridades se intensifican. Esta búsqueda no se trata de una elección, sino de una fuerza que empuja desde dentro, lo que provoca a una irreversible mutación interior».
Dicho sea de paso, la entrevista que me hizo Carlos Aletto para Telam, luego levantada por Infobae, me permitió encontrarme con un gran conocedor de historia y literatura y con su amable y rigurosa research sobre la genealogía de mis Baigorria: padre, abuelos, bisabuelos (como bonus track, también con mis maternos Arrieta, linaje de negros cruzados con la bisabuela inglesa Teresa Larquin o Larkin). A través de actas de bautismo y censos, pude remontar así hasta el bisabuelo Antonio Baigorria, natural de San Luis, nacido en 1854, casado con Baldomera Correa, y por lo tanto emparentado de alguna manera con el coronel Manuel Baigorria, también natural de San Luis… como me dijo el otro día María Moreno, la ficción sabe. Era cierto lo que decía de este autor el narrador de la novela, aquí hay un descendiente de negro cruzado con indio: un zambo.
La reseña de Publishers Weekly puede leers in situ por acá.