Al bar, a la bar: alabar al bar
O a lavar la bar, barra/o
O sea la barra y el barra, tan bravo, del bar
Ahí mismo
Donde pasa de todo y no pasa nada
Donde se arregla y se desarregla no el mundo sino el tiempo en cada mesa/meseta, cada mesa amesetada, rajada y pulida a estropajo por el tiempo
Donde el sexo divide, el fútbol junta, el box distrae y si dos discuten y uno cae se arma otra teoría para la reactivación económica
Donde las chicas se besan delante de ojos de parroquianos templados aunque también calientes
Donde dos amigos se sientan a conversar por señas con las cejas desde hace un millón de años, atrampados en el mismo debate (te debo un té)
Donde otros dos amigos aún más viejos recuerdan que antes la bar estaba serena, le mer estebe serene, et-Cetera
Donde cuatro chabones gritan a por cerveza y se tocan la pancita satisfecha de la burbuja cómplice
Donde tres amigues se encuentran para celebrar que son jóvenes, lindes y genies
Donde cada genie o every ginie del informe Gini se pregunta por qué el bar es masculino si viene de barra, tan brava ella cuando toma gin tónica
Donde el encargado en caja capishi y encaja todos los lenguajes, inclusivos y exclusivos, sobre todo si hay caja: Plin!
Donde un gesto pide un pocillo de café y otro gesto pide pija: Plin!
Donde cinco jubilados discuten sobre el plan austral, el plan boreal, el duodécimo default, el plazo fijo expropiable, el des-bar-ajuste solidario, el precio ¡cuidado!, el dólar oficial!, el uno a uno y el cinco por uno no va a quedar ninguno
Donde ella ya no es él ni él ella después de aquellos 17 whiskies
Donde ella le mete la mano bajo la mini a otra de tanga roja como la cara que pone otro que la ve cuando ella o él cruza o descruza sus tres piernas
Donde la tercer pierna se para, se sienta, se duerme, se acalambra, se sale del short cortado a la nalga y chorrea con desánimo
Donde la próstata se agranda y el orgullo se encoge.
Donde se escucha el mismo chiste repetido mil veces, enraizado, decorado, orondo en su paroxismo de chiste que chista shhhh
Donde un escritor que quiere escribir en su cuaderno otra novela, y otra, y otra más, y por qué le llamará novelas si acá no hay nada nuevo, se queja del murmullo de la TV muda
Donde la cantante de tangos que interrumpe para tararear tarareo y pasar la gorra recuerda su primer amor que fue Edmundo Rivero y ya el ambiente está melanco-imposible
Donde nadie se acuerda de que el cafetín de Buenos Aires es lo que más se pareció a su madre y por lo tanto por qué el cafetín y no la cafetina y por qué la taberna y no el taberno
Donde pasa otra vez aquella nena mendiga: una ayudita por el amor de la Diosa pero nadie le da bola porque ya están en otra
Donde pasa esa otra mendiga con un cartelito que dice Help a Él.
Donde pasa Él y dice con todo respeto caballero no vengo a ro-bar pero tengo unas ganas bárbaras de bar-dear y asesinar a todos los comensales, a los que comen sal, a los que se la comen
Donde la sal de las heridas se disuelve en terapias logorreicas como en catarsis del intestino grueso
Donde una mujer llora y su amiga bebe del vasito en el que cayeron sus lágrimas en salmuera, aliviada porque la mala suerte le tocó a la amiga: te comprendo amiga
Donde se pueden leer todos los diarios sub-rayados y súper rayados porque siempre falta la sección Sociedad del Espectáculo afanada por criminales sin códigos, una barbaridad
Donde el loco de la bicicleta se roba páginas de los diarios, según se dice, para revenderlas en el microcentro como envoltorios de cartoncitos de ácido lisérgico
Donde el café se sirve cortado, quemado y quebrado por tantos años de mishia-dura, dicta-dura y pija-dura: Duras Durán? Durarán?
Donde la pro moción Pro de medialunas se sirve fría, el Jameson impuro, la birra industrial, la coca jalada y la cuenta impagable.
Donde los que salen a fumar a la vereda conspiran contra los drogadictos que se encierran en los baños (y escriben “No me baño”)
Donde decir donde ya no cierra del todo como la puerta del baño
Ahí en le Bar, la Bar, Bar a El
Ahí donde levar las anclas, las ancas para el levante
Donde hay noches largas (ay!) para muchachos que no quieren volver a la cueva de la bruja con el rabo entre las piernas o la escoba clavada entre las nalgas rosadas (ay!)
Donde las brujas rondan montadas en la escoba de hierro que barre los residuos de la última borrachera del patriarca
Donde el perro duerme la mona y la mona despierta al gato que ofrece sus encantos ahora en 12 cuotas
Donde nos encontraremos mañana de nuevo pero esto no es una cita y no te hagás ilusiones
Donde un polvo no se le niega a nadie y un cristal tampoco
Donde el pie de esa chica tan mona y de uñas afiladas es lamido por la baba de mirada hipnótica de este humilde podófilo ad-mirador de miembros inferiores
Donde se juega al ajedrez, a las damas, a las damiselas, a las cartas robadas, al truco del turco, al gran DT, al gran(de) té que te lo den con leche y al teto
Donde el mozo es mozuelo y casi chongo y guiña su ojo chungo a las clientas veteranas de la guerra revolucionaria
Donde a veces está tan vacío que te querés matar pero no tenés ni tramontina y el cuchillo de untar manteca no sirve así que mejor te comés la tostada fría
Donde a veces está tan lleno que no hay sitio para enchufar el celular y si ella me manda un whatsapp ya no tengo carga para contestarle, se hace tarde y sabés que si vuelve con el ex esta noche se pudre todo
Donde la contraseña del wi fi es apaguenelceluysalganalsoldiotas y el usuario es no pasarán zoquetes
Donde se chamuya un laburito que va a salir si viene el subsidio de, y cuando pegue esa guita te devuelvo la, y después de las vacaciones hablamos en, y no te preocupes que te llamo a, sabés que te re quiero, re
Donde una lee un libro y de repente viene un re gede a mirar por encima del hombro ahí justo donde tiene el bretel que tapa la verruga
Donde otro siempre lleva libros no para leer sino para que se vean los títulos y levantarse alguna mina, hay cada tarado
Donde el macho se cruza con el puto, la torta con el trans/a, la cis con el trava, la trola con la abolicionista, el cana con el trosko y la influencer con los reaccionarios de café
Donde la política es literatura y la literatura es política y los partidos en dos, tres, mil mesetas se desparraman y despatarran vencidos antes del alba, la aurora o como carajo se llame a ese instante trágico
Donde el chico que antes de ese instante lava el piso del bar alabado tiene fe de que vendrán tiempos mejores y entonces cobrará su sueldo en dólares
Donde la persiana ya baja, el sueño sube, el sopor persiste, el linyera duerme, la noche reina y el rey tambalea, desnudo, pero no tuerto porque no todo el país es ciego, antes de asomar el bocho o arrimar el bochín de nuevo para que empiece otro día.
–Leído el 31 de enero de 2020 en el bar La Nueva Esmeralda (Forest 901) dentro del ciclo Todos los bares del mundo. Una grabación parcial en Vimeo puede encontrarse por aquí.