«Skay Beilinson siempre habla de la libertad: la musical y la otra…» escribe Mariano del Mazo en Radar de este domingo.»Uno de los últimos libros que lo atraparon del cuello y no lo soltaron hasta el final es Sobre Sánchez, la notable biografía escrita por Osvaldo Baigorria que, en su propia telaraña, fue también angustiosa autobiografía. El libro intenta enlazar la increíble y errática vida de Néstor Sánchez, el escritor de Siberia blues y Cómico de la lengua, que pintaba para gran revelación literaria argentina, pero que se perdió en una vida peregrina, alucinada, extrema. Entre el jazz y la devoción por el Cuarto Camino de Gurdjieff, Néstor Sánchez se deslizó en un delirio místico que surcó la década del 60. El libro, finalmente, habla de la libertad radicalizada, abismal. No cuesta entender por qué a Skay le gustó tanto Sobre Sánchez…
«…De Pigüé a Fez, este hombre que no da 61 años y que concede que hizo de su limitación guitarrística un estilo, querría estar en cualquier lado menos en el centro de la escena. Como Sánchez, su vida tiene sentido en la experiencia, en el viaje. Por momentos parecería que el fenómeno de los Redonditos fue un gran malentendido: una noche Skay se fue a dormir luego de haber tocado con amigos en el teatro Lozano de La Plata a puro ácido, y se despertó al día siguiente en el medio de la cancha de River a punto de estallar. “La luna hueca, el vacío, ¿con qué llenarlo? Mi única arma es la música”, dice. Canta en “Cicatrices”: “Siempre me ha tocado estar en el fuego /el fuego cura y también deja cicatriz / Soy una gota en el mar de la historia /sólo un destello fugaz en la eternidad”.
-Mariano del Mazo
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