«Para quienes la escritura signifia un modo de escapar a la cárcel del sentido, lo que reaparece es la vieja tentación de dejarles todo y pasar a otra cosa. Y una de las formas simplísimas de pasar a otra cosa sería abandonar para siempre el término novela, reemplazarlo por otro de la misma ambigüedad, romper el hechizo que permanece en las reglas del juego. Sin embargo, sería, también, traicionar no sólo un viejo amor porque se le conocen las desgracias, sino renunciar a ese especie de condición esencial del arte: profundizar en el propio instrumento, aceptarlo como estado de vida y, porque la vida es su materia, encontrarse cada vez ante la alternativa de destruirlo para que no la defina, para que no la traicione comprendiéndola» (Néstor Sánchez en «El lenguaje jazzístico», incluido en la compilación de diez textos ensayísticos de Sánchez titulada Ojo de rapiña. Monólogos sobre una experiencia de escritura que acaba de publicar la flamante editorial La Comarca: de qué se trata y dónde se consigue, por acá).