Reina Jacoby en el Reina Sofía

Del 24 de febrero al 3 de mayo, Roberto Jacoby exhibe «El deseo nace del derrumbe» en el Museo Reina Sofía de Madrid, con curaduría de Ana Longoni. La muestra retrospectiva cubrirá los diversos géneros, lenguajes, formas de intervención, conversaciones, conferencias y entrevistas en las que ha participado el artista y sociólogo nacido en 1944 a lo largo de su carrera. Nadie es profeta en su tierra, pero este video grabado en el Malba -una performance extraoficial de «corte de escalera» que parodiaba el conflicto de los ruralistas durante 2008- documenta la capacidad de Jacoby de intervenir de distintos modos sobre la actualidad política y cultural, desde la ideación de la legendaria muestra Tucumán Arde (1969) hasta la “movida antidiscoteca” de las fiestas del Club Eros, pasando por las cuarenta canciones que escribió para el grupo Virus, el armado de la revista ramona y la red Venus (una “cooperativa de ególatras” entre cuyas iniciativas se destacó la emisión de dinero, los “venus”, para comprar y vender objetos y servicios), con un largo etcétera.

Lo que viene a continuación son fragmentos de una entrevista que le hice para la revista Debate en noviembre de 2004: Continuar leyendo «Reina Jacoby en el Reina Sofía»

Mis malditos favoritos (II)

Gracias a Wimbledon que lee La Nación los domingos, descubrí este artículo de Vargas Llosa sobre Céline que expresa, insomma, lo que siento acerca del escritor antisemita y de otros reaccionarios, incluido el mismo Vargas Llosa. Es inadmisible juzgar la calidad de una obra por las ideas, las posturas, e incluso las acciones políticas, morales y religiosas de su autor a lo largo de una vida. Es como juzgar -salvando las distancias- lo que hacía Jimi Hendrix con la guitarra según el apoyo del músico al ejército norteamericano en Vietnam, Cocaine según el racismo o la simpatía de Eric Clapton por el National Front, las traducciones de Li Po y otros poetas chinos de Ezra Pound por la vara de una militancia fascista, Los reventados por la participación de Jorge Asís en el menemato, la Milonga de Manuel Flores o Funes el memorioso por el antiperonismo de Borges, Justine por los crímenes misóginos que hubiera cometido el marqués de Sade. Alguien puede ser un criminal (también de guerra) y aun así cultivar un bello jardín o construir una casa -obra de arte- sólida. Aunque repudio las intervenciones de Vargas Llosa en defensa del neoliberalismo, coincido con él en que «Céline fue, políticamente hablando, una escoria. Continuar leyendo «Mis malditos favoritos (II)»

Pared contra pared: autores y derechos

El artista peruano José Carlos Martinat, que arranca trozos de paredes con grafitis tratados con resinas para luego exhibirlos -algunos colgados de ganchos- en espacios de arte, fue atacado en la inauguración de su muestra «Ejercicios para galería» en Buenos Aires por street artists que encendieron y vaciaron todos los matafuegos del edificio, grafitaron las salas con spray rojo y también la camisa del galerista Ignacio Liprandi y la lente del peruano que no podía dejar de disparar fotos: souvenir porteño. Lo que pasa es que al apropiarse de obras que a su vez se habían apropiado de paredes, Martinat siguió al pie de la letra y al mismo tiempo rompió todas las reglas escritas y no escritas del arte en el espacio público, además de alguna violación a la propiedad inmueble. Los grafiteros reaccionaron -con cierta violencia- en defensa de sus derechos y no me extrañaría que los propietarios de las paredes primero pintadas y luego raspadas o descascaradas también reaccionen. Buenos Aires es un lugar peligroso… Aquí una foto posible del artista, en un blog que lo acusa de «ladrón, estafador que roba arte de la calle para venderlo en galerías».

Para leer la nota que escribió Claudio Iglesias sobre el caso, no clickear (sale error) sino copiar y pegar en la barra del navegador la dirección http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-6612-2010-11-15.html

Roberto Jacoby: censura al oficialismo

“Hace 45 años que produzco en oposición a todos los gobiernos y justamente ahora que puedo ser oficialista, me censuran» exclamó Roberto Jacoby según esta nota tras enterarse que su espacio en la 29a. Bienal de Arte Internacional de Sao Paulo, orientado a promover la candidatura de Dilma Rousseff, había sido censurado. La ironía fue que se obligó a tapar imágenes de la favorita del PT y otros candidatos por estar «prohibida la circulación de propaganda en los bienes cuyo uso dependa de la cesión o permiso del poder público”. ¿Y entonces toda la alharaca sobre arte y política? Claro, esto era partidista, no político. Ok. Continuar leyendo «Roberto Jacoby: censura al oficialismo»