

Me invitaron para este evento de la Fundación FILBA: también habrá talleres, paneles, lecturas de poesía y otras actividades a fin de mayo en (así llamada) La Feliz. Por aquí, el programa completo.
Lecturas y relecturas que hice en preparación para este panel y que por limitaciones de tiempo no pude desarrollar por completo:
En principio, travesía me remite al término que aparece en el Facundo para designar a esa región que mediaba entre las ciudades de San Juan y San Luis, ese “dilatado desierto que por su falta completa de agua recibe el nombre de travesía”. Sarmiento sugiere que la falta de agua es lo que daba a esa región el nombre de travesía. ¿Por qué se llama travesía a un lugar donde falta el agua? Justamente porque con esa falta no puede ser un lugar de hábitat humano: si no hay agua no hay vegetación, o al menos no mucha vegetación, y su destino es ser atravesado, pasado a través, cruzado para ir de un punto a otro. ¿Qué habitante podría vivir y crecer en semejante lugar?
Continuar leyendo «Dialéctica de la travesía»En 2005, en la presentación de Mar paraguayo de Wilson Bueno y Centralasia de Roberto Echavarren, ediciones tsé tsé, Estación Alógena. De izquierda a derecha: Echavarren, Reynaldo Jiménez, Gabriela Giusti, Nákar Eliff-se, Adrián Cangi, Tamara Kamenszain, Wilson Bueno et moi (foto cortesía de Reynaldo). Esa noche lo conocí a Wilson en persona: me dijo que a Néstor Perlongher lo había tratado sólo por teléfono pero en conversaciones tan largas que parecía que se conocían de toda la vida. Bueno era bueno como su apellido, y quizá algo ingenuo; fue asesinado cinco años más tarde en su casa de Curitiba de una cuchillada por la espalda, sentado frente a su computadora, en un crimen que pudo tener tanto un componente de homofobia como de tentativa de robo (se dice que estaba por recibir una herencia del padre). Mi recuerdo en esta imagen.
Lecturas:
Anayvelyse Allen-Mossman (Estados Unidos)
Osvaldo Baigorria (Buenos Aires)
Julieta Blanco (La Pampa)
Juan Pablo Correa (Buenos Aires)
Luisina Dor (Chaco)
Mila Del Guercio (Buenos Aires)
Daiana Henderson (Entre Ríos)
Milton López (Bahía Blanca)
Soledad Manin (Lobos)
Cristhian Monte (Santa Fe)
Fernanda Mugica (Mar del Plata)
Antolín Olgiatti (La Plata)
Ana Pedernera (Lobos)
Pablo Petkovsek (Buenos Aires)
Daniel Ríomalo y Manu Pi *Pando* (Colombia)
José Villa (Buenos Aires)
Luciana Villella Celia Alva (La Plata)
Toca en el tren:
Maquillaje (Tucumán)
Toca al caer el sol en Zapiola:
El asesino del romance (Tucumán)
DJ Luki la puti (Buenos Aires)
Evento en facebook, por acá
«Una pornóloga de origen esquimal y ciudadanía canadiense que había estudiado Letras en Buenos Aires podía imaginarse y producir una película erótica en la que entrarían en acción ranqueles, wichí, guaraníes, tehuelches o el resto de los originarios. Pero ella misma notaba que siempre parecía faltar algún elemento más espiritual y refinado para embellecer, o al menos dotar de cierta cualidad ética a una estética vulgar y a una industria masiva que manufacturaba la exhibición frontal, a veces bestial y directa de los órganos genitales en combinación con otros órganos, y que llamamos pornográfica por convención. Para Nakasuk/Grasa de Foca, inclinada a pensar en términos de cómo llevar una ficción a la pantalla, introducir el mundo indígena en esa escenografía representaba el problema y desafío principal». El párrafo es parte de «Entrada en materia», relato introductorio a Indiada (Blatt & Ríos, 2018).